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Magia y devoción (Post para Instagram).png

PAGANISMO EVOLUCIONISTA

POR QUÉ FRACASAN LAS ESCUELAS DE MAGIA

LA SERIE CONSEJOS QUE NADIE ME HA PEDIDO PERO QUE AÚN ASÍ REGALO BECAUSE PATATAS.


Hay, de hecho, cosas que no se pueden poner en palabras. Se manifiestan. Son lo que es místico. (Ludwig Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus, 1922.)




En los últimos 6 o 7 años, han proliferado multitud de cursos, ponencias, clases, Patreons y escuelas que enseñan o pretenden enseñar magia y esoterismo en internet. Personalmente no hay nada que me pueda gustar más que ver lo que amo crecer. Entrar en cualquier red social y ver cientos, sino miles, de individuos dando lo mejor de si mismos, y poniéndolo a disposición de otros individuos que también están en el camino de descubrir lo mejor de si mismos. Una gozada. En mi mundillo, lo que se lleva es odiar profundamente al que, como tú, enseña o quiere enseñar magia y esoterismo. Menospreciar el trabajo del otro, mirar sus esfuerzos con soberbia, hacer comentarios con cuentas auténticas o falsas, más o menos mordaces e hirientes, criticarle por lo mismo que tú haces o te gustaría tener el valor de hacer, insinuando motivaciones económicas, sectarias o vanas búsquedas de fama tras estas escuelas. A mi, como creadora de una de ellas, todo este jaleo, crecimiento del conocimiento y luchas intersticias me parecen fetén. Las buenas escuelas de magia nos ponen a las demás en listón muy, muy alto: Nos espolean a mejorar en todos los ámbitos, desde el estético, el trato al alumno, la misión fundacional, hasta los precios y los contenidos. Las malas escuelas se hunden pasado un cierto tiempo en la más lamentable de las miserias, con generalmente bastante escarnio público, y nos dan relumbre a las demás. Y las críticas, insultos y menciones constantes son una publicidad IMPAGABLE que mantiene interesados a los que realmente buscan algo diferente y honesto en nuestro trabajo, además de demostrar la auténtica catadura moral de quienes las expresan. Todo bien por aquí. Al fin y al cabo la energía siempre fluye como debe y el Espíritu Universal siempre nos pone a todos en nuestro sitio.


En la Antigüedad, el estudio de la magia y el esoterismo requería del alumno abandonar todo lo que le pertenecía, viajar durante muchas jornadas e intentar entrar bajo el pupilaje de un maestro. Las bibliotecas esotéricas y mágicas estaban al alcance de realmente unos pocos privilegiados, pero no se consideraban tanto fuentes de conocimiento, como compendios de experiencias en las que bucear uno mismo, a la búsqueda de una verdad que solo subyace en el interior de cada uno de nosotros. Diferentes vías y visiones de un fin único. Encontrarse. En el que la consecución de poder o riquezas acababa siendo algo siempre subsidiario.


Hoy en día, por muchas razones, estudiar magia de esta manera no es posible. En primer lugar, porque hay movimientos radicales, laicos y sectarios entre nosotros, que luchan denodadamente contra la figura del Maestro. Si el Maestro cobra, es un estafador, si no cobra, oculta malas intenciones, generalmente sexuales, o es un sencillo manipulador de mentes que disfruta subyugando gente. En segundo lugar, porque las grandes bibliotecas esotéricas han desparecido, y lo que nos ha quedado, siempre pasado por el filtro de la Matrix, está en manos del academicismo. La mayor parte de las escuelas de magia on line modernas se han tenido que atener a estas premisas para evitar ser canceladas socialmente: Nada de lecciones de vida, nada de contacto con los alumnos. Todo fuentes citadas para demostrar que son un buen refrito del refrito de lo que escribió otro autor que a su vez tuvo que doblegarse a los intereses torticeros del academicismo, la mayor parte de las veces directamente inventando a su vez datos y fuentes para contentar al director de tesis de turno o a los intereses políticos de quién ponía el dinero. La autognosis es considerada psicosis. Las tradiciones modernas, sectas. Todo el mundo se empeña en autojustificarse ateniéndose a unos cánones impuestos por sociedades, instituciones y grupos de presión que fueron, precisamente, los que acabaron con el esoterismo y la magia en un principio. Todo así de absurdo. Y no para.


Pero el principal absurdo es considerar el crecimiento personal espiritual como algo que puede ser contenido en un programa de estudios, que puede ser explicado como si de lecciones de aritmética se trataran, que puede ser memorizado y repetido como la lista de los reyes godos y que debe ser censurado y decidido por personas que no saben hacer la O con un canuto... espiritualmente hablando.


Cada nuevo concepto, cada frase, cada girar de la mano dominante en la mezcla de hierbas amigas en el mortero bendecido. Cada meditación al alba, cada desesperarse de sueño a las tres de la mañana en rituales metódicos, cada revelación del Espíritu que sobrecoge el alma, nos cambian, nos modifican, nos convierten en personas totalmente diferentes de las que éramos antes, minutos antes... segundos antes. Eso provoca en nosotros incertidumbres, miedos, congojas, alegrías, explosiones de entusiasmo y caídas desgarradoras en la desesperación de nuestra noche más oscura, que nos dejan jadeantes, descolocados, sin comprender qué es lo que está pasando y si lo que estamos haciendo es bueno. Si vamos por buen camino, si no nos estaremos en realidad perdiendo en una locura de fantasía sin base real.


Hay cosas que, de hecho, no se pueden poner en palabras. Se manifiestan: Son lo místico. Y en nuestro mundo (en nuestro mundillo), lo místico no se tiene en cuenta. Es más, es sinónimo de ridiculez, de absurdo, de falta de seriedad... no es académico. Pero la magia es sobre todo transformación, locura y mística.


En los últimos tiempos, hemos visto caer muchas escuelas de magia. Algunas desapareciendo de la noche a la mañana. Otras languideciendo lentamente, dando coletazos como gatos panza arriba, intentando evitar lo inevitable. Muchas más se irán detrás en los próximos meses. Es el yugo de internet y de las redes sociales. Aquel que se pliega al algoritmo, viven un engaño temporal de éxito. Como quién vende uñas de porcelana. La espiritualidad no son tiktoks ni uñas de porcelana. Ni nada ponderable, medible o vendible en fascículos, ya puestos.


Quienes decidimos si una escuela triunfa o languidece no somos sus creadores, sino sus alumnos. Por mucho que nos gustara echar la culpa a los demás de nuestros fracasos y nuestros errores, son aquellos para quienes trabajamos los que deciden si eso que ofrecemos es válido para seguir creciendo, o si solo son párrafos y párrafos de los millones de ellos que hay ya en redes sociales.


Si estás pensando crear tu propia escuela de magia, o estás decidiendo entrar en una, he creado para ti este pequeño conjunto de consejos para ayudarte en tu decisión. Después de nueve años como creadora de una escuela de magia, no creo que haya encontrado la receta perfecta para el éxito. Pero, sí estoy convencida de que he encontrado una manera de hacer las cosas que me hace sentirme orgullosa, que me permite seguir aprendiendo y creciendo cada día, y que gusta tanto a alumnos como a haters. Creo que puede ser extrapolable para otras personas y me apetece compartirla contigo:


- Una escuela de magia debe cobrar. Debe cobrar bien. Estudiar, experimentar, ver mundo, madurar como persona, tomarse tiempo para crear contenido que sea cómodo y utilizable por los alumnos no ocurre en dos días. Más nos vale, como alumnos, que los creadores de la escuela se dediquen a ello a tiempo completo, o casi a tiempo completo. Si no es así, pasado un tiempo, el contenido original se habrá agotado, mientras que la demanda, con suerte, seguirá creciendo, y solo habrá una solución para seguir alimentando la máquina: Plagiar, robar y fusilar contenido. Recuerda que se supone que es crecimiento espiritual. No se puede enseñar lo que no se ha aprendido. Si eres un criticón, un ladrón, un desagradecido, un violento, eso es lo que habrá en tu contenido.


Si antes de comenzar como alumno consideras que los precios son inadecuados, demasiado altos o demasiado bajos para ti, no lo dudes: Esa escuela no es para ti. Te defraudará seguro. El precio es sinónimo no del contenido, sino de cómo se valora el creador a si mismo. Un precio alto no significa que allí encontrarás lo que no hay en otro sitio. Solo un ego elevado. Lo contrario para un precio bajo. Es mi opinión como creadora de contenido. Antes de poner precio a mi trabajo, tengo esto en consideración:

¿Cuánto tiempo y dinero he invertido en mi propio formación y experiencias? ¿Cuánto tiempo he invertido en horas de trabajo para crear el contenido? ¿Cuánto dinero y esfuerzo me cuesta mantener las plataformas que utilizo? Y calculo, calculadora en mano, en consecuencia. Exactamente igual que en cualquier otra profesión liberal, como un abogado o un arquitecto.


Si a las dos horas máximo de entrar en una nueva escuela de magia no estás contento con tu inversión económica, pide un reembolso. Muchas escuelas tienen políticas de no reembolso para los contenidos digitales, por cuestiones de copyright lógicas, pero una conversación sincera con el creador, explicando claramente tus sensaciones es algo bueno para ambos, Ayuda al creador a pulir los defectos de su escuela y al alumno a entender con más claridad qué espera en sus estudios. Tribu Mamáluna tiene una política de no reembolso de contenido digital pero en la única ocasión que un miembro no estuvo satisfecho con el contenido de una clase entendí perfectamente sus argumentos y le hice el reembolso inmediatamente. Por cierto, al día siguiente volvió a escribirme y decidió pagar el importe. No hay nada como aprender los unos de los otros.


- No entres en una escuela de magia donde solo se de contenido académico y no crees una escuela de magia basada solo en ello. La espiritualidad es EXPERIENCIA. Mucha o poca, pero experiencia. A mi me gusta poner siempre el mismo ejemplo: Tribu Mamáluna está basada en mis experiencias. No comparto nada que yo no sepa, haya experimentado, forme parte de mis prácticas o, al menos, me interese de una manera obsesiva y friki. Pero NO enseño nada. Solo enciendo luces en el camino de otras personas. El camino es suyo, no mío, no sé hacia dónde se dirige ni dónde terminará. Creo que compartir nuestra experiencia puede ser luz para otros, porque así es como yo he aprendido de las personas que realmente han marcado un antes y un después en mi vida. Creo que es honesto, que es cabal y que funciona.


Los años de experiencia experimentando y estudiando son un plus. Pero los años enseñando son el auténtico diamante. Si una persona lleva pocos años experimentando, su contenido puede llegar a ser muy bueno, pero tendrá poco que ofrecer. Eso en si mismo no invalida su escuela, pero tienes que tenerlo en cuenta. La presión por crear más y más contenido puede ser muy dura. En este caso, pasar un tiempo en la escuela y, cuando sientas que ha llegado el momento, cambiar a otra, te permitirá a ti como alumno aprender sin desilusionarte y al creador crecer mientras adquiere experiencia personal y profesional. Puede ser muy buena opción para empezar a estudiar a un precio razonable. Eso sí, el precio tiene que reflejar esa experiencia.


Si una persona solo estudia, pero no experimenta, todo lo que te aporte será de segunda mano, aunque lleve décadas estudiando. Una vez más, el esoterismo no es aritmética. Personalmente huiría de ese tipo de escuelas y si eres creador no puedo más que aconsejarte que no lo hagas: Exponerse públicamente es muy duro y la gente puede ser realmente despiadada. Lo que pase a partir de ese momento probablemente estará justificado.


Si una persona lleva poco tiempo enseñando, cometerá errores. Intentará agradar a todo el mundo, dará bandazos. Cuando yo empecé con Tribu Mamaluna en Facebook mi necesidad de aceptación me llevó a tratar a mis alumnos como a amigos. Eso es un error que se paga caro, en el que acabas dañado y en el que el alumno acaba muy desilusionado y ofendido. Incluso cuando trabajaba en Patreon, caí un par de veces en la trampa de intentar dar de mi más de lo razonable. Y, nuevamente, créeme, no importa lo frustrado que como creador te sientas, los alumnos se sentirán peor y pueden llegar incluso a no perdonarte este tipo de errores. Cuando tienes una escuela, dejas de ser un ser humano para munchas personas. Una escuela llevada por alguien con poca experiencia como docente puede ser desafiante para el alumno y el creador, pero, una vez más, una excelente opción para empezar a estudiar a precios razonables, siempre que ambos entiendan que todos somos humanos. Si eres creador, deja este punto muy, muy claro. Nadie nace sabido. Refleja tu falta de experiencia en tus precios.


- No entres en una escuela de magia donde solo se de contenido vivencial y no crees una donde tu experiencia sea lo único que haya. El contenido académico, trabajos y estudios sobre los trabajos y estudios de otras personas no solo son válidos, es que son necesarios. Nos proporcionan un marco de entendimiento, que se relaciona con otros ámbitos de la vida y nos enriquece culturalmente. En ocasiones escucho comentarios contra cursos con fuentes bibliográficas del tipo "para eso me compro los libros". Personalmente, que una persona inteligente, capaz y con un criterio que admiro se lea 30 libros y me explique lo importante y significativo de ellos me parece un recurso valiosísimo y por el que pago gustosamente. Una vez consumido su contenido puedo ir a las fuentes, si me han interesado, y profundizar por mi misma. Eso sí, aquí lo importante es el criterio de esa persona, y volvemos a lo que hemos hablado muchas, muchas veces. Un trabajo universitario lo hace cualquiera, y nuestras universidades no son, precisamente, ejemplo de diversidad de pensamiento, originalidad y divergencia cultural. Lo que importa es la persona, lo que piensa sobre temas que a ti te interesan, lo que se expone, lo que se moja en temas candentes o importantes. Si eres alumno, tómate tus tiempos para conocer al creador y su criterio, y ver si es realmente compatible con tus creencias espirituales, sociales y políticas. Si eres creador, date a conocer. Las fotos de Instagram atraerán a gente afín a tu esthetic, pero si eres una cabeza de chorlito con polvo en el cerebro la desilusión no te hará solo perder un alumno, sino dará mala fama a tu escuela y la acabará matando. Se pierde más credibilidad por ir de tibio que por defender con claridad en lo que crees. Puede que en otros ámbitos funcione, pero en esoterismo, la fachada solo sirve para ganar seguidores en redes sociales. Para mi, defender lo que creo, quién soy y por lo que lucho, ha supuesto no solo mi supervivencia profesional, sino todo un éxito personal que me enorgullece. Nunca le vas a gustar a todo el mundo. Intentarlo acabará con tus sueños antes de comenzar.


- Elige una escuela lo más especializada posible. Crea una escuela sobre tus puntos fuertes, no tengas miedo a no tratar todos los temas. Como parte de la presión de las redes sociales, los creadores de contenido está continuamente ofreciendo cosas nuevas, haciendo grandes anuncios y hablando del "tema de moda", que cambia cada 15 días. Nadie puede saber de todo. Las escuelas multiplataforma, como varios creadores, son en este sentido una buena opción si tus intereses son variados. Pero, una vez más, tendrás que investigar a cada uno de ellos, uno por uno: ¿Cuál es su criterio? ¿Su punto de vista es academicista o vivencial? ¿Qué opina de temas importantes no esotéricos que a mi me interesan? ¿Cuánta experiencia tiene en la enseñanza? ¿El precio está en concordancia con todo esto? ¿Cita fuentes? ¿Aporta su autognosis? Recuerda, la estética solo es estética. Lo importante cuando gastas tu dinero es el fondo.


Como creador, asociarte como otros creadores puede parecer una buena idea, pero recuerda que si uno falla, fallas tú y falla tu escuela. Las escuelas on line no son universidades y, una vez más, perder la credibilidad es fácil. Como creadora, opté en el pasado por una escuela multiplataforma asociándome con varios creadores y en pocos meses me di cuenta de que era un sistema que no funcionaba para mis alumnos y que dañaba mi credibilidad como creadora. Tribu Mamáluna es ahora una escuela especializada y defiendo este modelo. Una escuela especializada me permite dar lo mejor de mi misma, pisar un terreno muy, muy fuerte, que todo esté claro desde un principio y que a La Tribu se acerquen personas realmente interesadas por los temas que domino. Abrir una escuela es fácil. Mantenerla, creando contenido, semana tras semana, es muy difícil.


- La gente viene y va: Como alumno, es muy atractiva la idea de que podrás pasar muchos meses, quizás años, en la zona de confort de tu escuela de magia y esoterismo preferida. Sobre todo, si te sientes identificado personalmente con su creador. Pero esto es crecimiento personal, nunca lo olvides. Es posible que llegue el día en que el contenido te deje de llenar. O que se hable de algo que tú has conocido por otras fuentes y no te guste el criterio del creador. Lo curioso, en este increíble proceso de apertura de los centros psíquicos que es el esoterismo, es que nuestra primera reacción como alumnos es de rechazo a quién, hasta ese momento, nos ha estado enseñando y enseñando bien. Me ha pasado. Te sientes desilusionado, un tanto engañado... vacío. Solo es que has superado a tu maestro. No todos los niveles son para todo el mundo y sí, puede que tú estés llamado a un nivel de comprensión y conocimiento superior que quién te ha enseñado hasta aquí. Yo tardé mucho en reconciliarme con mis maestros, cuando les sobrepasé. Y mucho, mucho más tiempo en comprender que les tenía idealizados. Que les estaba ninguneando espiritualmente. Años después, incluso me ha dado cuenta de que no, a algunos no los sobrepasé: Es solo que no estaba preparada para aprender de ellos. Así que, como alumno, aprende a decir adiós con agradecimiento cuando esa ya no sea tu escuela. Entiende que los que se quedan en ella no es que sean tontos porque no ven lo mismo que tú. Solo están felices, aprendiendo, cada cual a su manera y a su nivel de conocimiento. Tal vez la escuela donde empieces sea la tuya para siempre. Tal vez solo lo sea durante un par de meses. Pero siempre, siempre agradece. Por lo bonito y bueno, o por lo feo, te vas con lecciones aprendidas.

Y el agradecimiento es la energía que pone en marcha la rueda de la magia.


Si eres creador, no temas la marcha de alumnos. Siempre que tú seas honesto, te sientas orgulloso de lo que haces y tengas buen feedback, sigue en tu camino. Mucha gente entra en las escuelas para probar si son para ellos. Otras, pasado un tiempo, se alejan porque han encontrado algo mejor para su camino. En ambos caso, agradece que todo funcione y que el Espíritu ponga en tu camino tantas almas afines.


- Elige a la persona, no la imagen. Crea tu escuela sobre los cimientos de tu personalidad, no sobre tu cara bonita o sobre unas buenas cifras de seguidores en redes sociales o solo sobre un curriculum. Igual este último punto parece demasiado obvio, pero no creo que lo sea tanto. Ya he comentado más arriba los problemas de las redes sociales y la estética. Muchos creadores de contenido espiritual que intentan ir más allá y crear escuelas fracasan estrepitosamente por esto. Tú no eres lo que aparentas. Tú no eres lo que has estudiado. Tú eres lo que HACES. Si bien para conseguir que los marcadores de seguidores crezcan y crezcan las fotos bonitas parece que lo son todo, para tener una escuela exitosa que seas fotogénico o que tengas un buen ojo con los filtros no vale para nada. Al final, cuando aprendemos, de QUIÉN aprendemos lo significa todo. No es lo mismo estudiar una carrera o una formación profesional, o un curso cualquiera en cualquier parte, que buscar al profesor, a la persona, a la institución con la que te sientes más identificado, como seres humanos. Es un poco lo mismo: El esoterismo, la magia, la metafísica, son sobre todo VALORES. El violento, el envidioso, en negativo, no puede aportar a tu vida moral, resiliencia, fe, divinidad... misticismo. Un buen currículum, por otra parte, me parece imprescindible, sobre todo a partir de cierto nivel de conocimiento. Cuando empiezas a estudiar el criterio del creador creo que lo es todo. Pero antes o después necesitarás tomar decisiones espirituales y personales en tu propio camino y querrás más información y vivencias de las estándares que puedes encontrar en cualquier red social. El currículum ahí es lo que pesa. Un buen creador de contenido espiritual, que tenga una escuela que quiera perdurar y dar un buen servicio, tiene que considerar, antes o después, ponerse en manos de otros creadores y aprender de ellos, aprender de verdad. Seguir caminos solo porque otra persona te dice que son confiables, aunque la incertidumbre no se pueda calmar con datos en Google. Las tradiciones esotéricas, los Maestros (esos de los que no se pueden ni hablar hoy en día) son para muchos el final del camino, antes o después. Ponerte en manos de alguien que ha tenido la humildad de entender esto y aprender de otros es una decisión que a mi, como alumna, me ha servido. Al final, lo que digan todas esas sectas, instituciones y asociaciones que se empeñan en censurar, dirigir y doblegar nuestro camino mágico de las que hablaban al principio, sí, esas que fueron justamente las que acabaron con la magia y persiguieron a nuestros ancestros, debería ser algo que cada vez pesara menos en nuestro mundillo. Que nuestras instituciones, LAS NUESTRAS, nuestras tradiciones, Maestros, iglesias y escuelas fueran un referente debería ser lo lógico y cada día más lo importante. Parece que seguimos teniendo un gravísimo problema de síndrome del impostor en la magia y que nos da un miedo atroz que no le gustemos a alguien que, al fin y al cabo, no tienen para nosotros ninguna relevancia. Siempre buscando en el exterior que "nos quieran", que nos den permiso a existir, a ser nosotros mismos. A crear nuestra historia, cada día. Pero eso, cambiar eso, solo está en la mano de los alumnos y creadores de las nuevas escuelas mágicas. Esta en las nuestras. Con nuestras decisiones, con nuestra honradez, con cada paso que damos, con lo que CALLAMOS. Con lo que permitimos. Seas creador o alumno, te deseo de corazón todo el éxito del mundo. Al fin y al cabo, para cada uno de nosotros, al final, el Espíritu tiene escrito nuestro destino.


Mucho Amor,

Maeve Madrigal, Sacerdotisa de la Diosa.





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Sobre la autora

Soror Cane

Maeve Madrigal (Soror Cane) es Sacerdotisa de la Diosa desde 2012 y ha dedicado su trayectoria profesional a la divulgación de la Antigua Religión Europea desde una perspectiva evolucionista. Sus producciones audiovisuales, artículos y entrevistas, suman millones de visualizaciones en redes sociales. Con más de 30 años de práctica esotérica a sus espaldas, enseña, guía y oficia en El Camino de Las Diosas En Servicio. Maeve pertenece al Covenant of Hekate y al Temple of Nvit-Isis, es formadora profesional en Autodefensa Psíquica, tarotista y especialista en búsqueda de Misión de Vida.

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